ESCONJURADEROS

En estas construcciones se celebraban ritos religiosos en los que se invocaba el poder celestial, para controlar las fuerzas de la naturaleza y evitar así desastres meteorológicos como granizos, sequías, rayos ...

CRUZ BLANCA

Se trata de una construcción que se sitúa en el límite de la propiedad particular de San Cosme con el término de Coscullano, a 905 m. de altitud. Es el mayor de los esconjuraderos de la provincia de Huesca, con 26 m. de perímetro exterior y 24 m. cuadrados de planta libre. Sus muros son de 0,75 m. de espesor con arcos y esquinazos de piedra tosca.  El edificio está estratégicamente situado en un cruce de caminos y su construcción típica de la zona puede datarse en el siglo XVIII

 

 

Sus tres caras a norte, sur y este poseen vanos de 2x2 m.  rematados con arcos de medio punto rebajados y aligerados con piedra tosca

En el muro de levante  existe una hornacina que pudo cobijar una imagen. La construcción está cerrada por una bóveda semiesférica y ha servido, como puede apreciarse, de refugio pastoril.

En este arco de poniente se puede apreciar la construcción aligerada de piedra tosca y parte del alero, construido con hiladas de ladrillo rectangular macizo

Vista sur de la construcción desde el precioso bosque mixto que se extiende hacia el norte, hasta el edificio de San Cosme y San Damián

CRUZ CUBIERTA

En el camino que va de Vadiello a la Tejería, y en el lugar donde arranca la senda que en unos 10 minutos conduce hasta el santuario, se encuentra este segundo esconjuradero, de similares características al anterior, pero bastante más reducido en sus dimensiones.

A diferencia de la Cruz Blanca, este esconjuradero está abierto a los cuatro puntos cardinales y todavía se aprecia su encalado exterior

La Cruz Cubierta se sitúa en otro cruce de caminos, en uno de los rincones más sugestivos y hermosos de la Sierra de Guara

En el interior de la construcción se puede disfrutar la preciosa bóveda semiesférica de precisa ejecución

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